Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo.: Ensayo Ética para Amador Loreto Ojeda- Camila Iturrieta

Ensayo Ética para Amador Loreto Ojeda- Camila Iturrieta

Introducción

 En el trabajo que se presentará a continuación, se analizara el libro "Ética para Amador", del filosofo y escritor español Fernando Savater, que se enfocara principalmente, en dar a conocer y enseñar (puesto que esta dirigido a su hijo) de una manera más didáctica (con ejemplos de vida), lo que significa la ética y la importancia de su conocimiento en nuestro crecimiento como personas.


 Como aspecto central del libro se analizara la conducta y comportamientos de las personas como individuos únicos, autónomos, que son libres de tomar sus propias decisiones  y con  responsabilidades que forman parte de su vida cotidiana. 


 Este escrito tiene la característica primordial de expresar con un lenguaje de  tipo coloquial (cotidiano), el que es utilizado por el escritor mediante ejemplos del día a día para explicar de una forma más sencilla lo que un joven no entendería fácilmente, simplificando así para los jóvenes el entender la ética,  tema que causa controversia en la sociedad.


 La libertad, que se abarcada a lo largo de todo el libro, hará referencia, a que como individuos tenemos la capacidad de elegir lo que para nosotros, como entes sociales que viven en comunidad,  sería lo éticamente correcto.


 Para realizar un análisis a fondo de lo que trata cada capítulo del libro, se resumirá uno por uno, con la respectiva ejecución de un análisis donde expondremos nuestra reflexión, según nuestro punto de vista y conocimientos previos, de lo que  nos manifiesta el autor.



Capítulo I: “De qué va la ética”

 En este primer capítulo el principal objetivo que plantea el autor es que, reflexionemos de lo que es primordial en esta vida, aquellas cosas que nos convienen y cuáles no, a lo que el autor refiere como lo bueno y lo malo.


 Un punto importante tocado por el autor es al momento de referirse, que no todas las cosas tienen el mismo valor para todos, algunos pueden aludir a que algo es bueno, como así también otros podrían decir que esto mismo es algo malo, es decir, cada persona piensa diferente según sus propios criterios, es por esto que es muy difícil que todo el mundo pueda llegar a un acuerdo común, con lo que es bueno o malo.


 La vida que lleva el hombre se caracteriza por el aprendizaje, y la capacidad  de cometer errores y remediarlos, es decir la vida de un hombre la construye él, en cambio los animales solo se someten a la naturaleza y cumplen con un ciclo de vida. Por lo tanto se podría inferir que el medio que nos rodea y en donde decidimos formar nuestra vida, es un factor de influencia importante al momento de guiarse por lo bueno y por lo malo.

Análisis:
En este capítulo el punto principal fue aclarar que el hecho de ser hombres libres nos permite decidir sobre nuestras propias vidas,  lo que queremos hacer y lo que no, eligiendo nosotros mismos lo que a nuestro parecer nos conviene y es correcto, es decir, aprender a vivir en una sociedad en la que, la toma de decisiones es parte del día a día.


Existen factores importantes que condicionan estas decisiones, tarea que recae esencialmente en el mundo que nos rodea, es decir, la cultura y las tradiciones enseñadas durante nuestro crecimiento, la educación que se nos brinda, todo ello nos permite formarnos como hombres y decidir como personas, característica que nos hace diferentes y únicos.


Capitulo II: “Ordenes Costumbres y caprichos”

El autor en este capítulo explica que como hombres libres estamos expuestos a tomar decisiones, a elegir o optar por aquello que preferimos, o dependiendo del caso, estamos obligados a decidir por algo que se nos impuso.


Nuestras acciones son decididas por nosotros frente a nuestras necesidades, de la misma manera hay necesidades que para el hombre se vuelven costumbre, frente a las que se actúan sin pensar o decidir nada, ejemplo, el lavarnos los dientes por las mañanas, nadie se pregunta el lavarlos o no, solo es un acto que se hace.


Para llevar a cabo las acciones deben existir motivos (la razón por la cual tienes o que crees tener para hacer algo) para concretar tales actos, entre estos motivos se pueden diferenciar tres, están los por obligación;  cuando se nos manda a hacer algo, los por costumbre; actuamos sin pensar  y los por capricho; sencillamente actuamos por que se nos apetece o nos da la gana.

Análisis:
En este segundo capítulo claramente el autor nos lleva a reflexionar sobre las acciones que debemos hacer y las que queremos hacer, de este modo nos presento tres motivos distintos que nos mueven a realizar acciones, están las  por obligación, que suelen venir de terceras personas, en el caso de  muchos de nosotros que provienen de nuestros padres, los por costumbre, aquellas en las que nunca nos ponemos a pensar, y que a medida que avanza el tiempo se vuelven parte de nuestra rutina diaria, por último las por capricho, motivo más que utilizado por todos nosotros, ya que depende de uno mismo y son realizadas espontáneamente a medida que se nos apetece.


 Estos tres fuertes motivos son una clara respuesta de que, aunque el hombre es un ser libre y puede decidir lo que sea conveniente en su vida, hay oportunidades en las que tendremos que exponer nuestras decisiones a lo que imponen los demás sobre nosotros, ejemplo de esto, las obligaciones diarias que nos asignas nuestros padres.


Capitulo III: “Haz lo que quieras”

Si bien todas las tomas de decisiones son motivadas porque nos mandan, por que se nos volvió costumbre o porque se nos dio la gana, al momento de decidir por éstas, actuamos según nuestro propio criterio de lo bueno  o lo malo, entendiendo lo bueno como lo que nos hace bien, y lo malo como aquello que nos perjudica. 


 Lo anterior esto tiene que ver con la libertad, asunto del que se ocupa la ética, el decidir “si” o “no”, si algo es bueno o malo para mí, es una acción totalmente opuesta a si solo me dejo llevar, para que esto no ocurra en el individuo es necesario que se pregunte al menos dos veces el ¿por qué?, y dará paso a reflexionar para encontrar las respuestas necesarias, esto no solo ocurre al obedecer, también se observa en las costumbre, uno solo las hace, sin preguntarnos  si queremos hacerlas, o si nosotros encontramos correcto hacerlas.


 Por último, si se quiere hablar de que un hombre es bueno o malo, no se podría, porque cada persona evaluaría al individuo sobre sus propios criterios de lo que el encontraría bueno o malo.

Análisis:
 En este capítulo el autor profundizo en la importancia de la libertad, ante las decisiones que se toman día a día, llevándonos a reflexionar sobre esta herramienta primordial y de suma importancia en la toma de decisiones, ya sean buenas o malas.


 Todos los seres humanos pensamos y somos diferentes, por lo que,  estamos en completa libertad de actuar de acuerdo a o lo que dicta nuestro criterio, pero si nuestro actuar para otra persona es malo, no es sinónimo de que yo sea una persona, es sinónimo de que todos somos libres de actuar de acuerdo a la moral  de cada sujeto, independiente de que estas sean diferentes, ya que de eso se trata, de que seamos seres únicos.


Capítulo IV: “Date la buena vida”

 El momento en que el autor se refiere con “darte la buena vida”, estaría representando la libertad de cada individuo para que esta buena vida se concrete, ya que al ser hombres libres, tenemos la elección de elegir lo que nos conviene y queremos, basándonos en nuestros propios puntos de vista.


 Puede darse que en el lema fundamental de la ética planteado por el autor, el “haz lo que quieras”, sea contradictorio con la libertad, ya que, al fin y al cabo el haz lo que quiera seria una orden de hacer algo y no lo otro. Sin embargo no se refiere a esto, si no, al que se debe hacer lo que crea uno es lo más conveniente. 


 La buena vida humana, se relaciona con el vivir en sociedad. Darse la buena vida también debe darse en el caso de los demás, ya que de eso se trata la sociedad, convivir con otros seres, que al igual que uno, quieren darse la buena vida.

Análisis:
El punto abarcado por el autor en este capítulo se centra en la capacidad que tenemos de escoger lo que queremos, siempre conveniente para nosotros. 


Pero como somos individuos que conformamos una sociedad, una sociedad en la que día a día nos relacionamos íntimamente unos con otros, nuestras decisiones, deben ser decisiones pensadas en el bien que causara en mi y en el bien que esto efectuara en los demás, ya que, el estrecho vinculo que existe entre los seres humanos, ayuda a comprender de mejor  manera el hecho de que,  al igual que yo quiero vivir bien, es decir, a lo que el autor se refiere con (darte la buena vida), lo desean también los demás, y están en su absoluto derecho, puesto que, todos somos libres y poseemos la capacidad de elegir, lo que según nosotros nos hace vivir bien, o se nos apetece, respetando los sueños, deseos y convicciones de los otros individuos.

Capítulo V: “Despierta baby!"

La  vida siempre es complejidad y con ella trae complicaciones. Todos queremos “vivir bien” y darnos la buena vida, el problema viene en el qué hacemos para llegar a ese concepto. No hay nada de malo en intentar conseguir dinero o cosas hermosas o útiles. La gente que asegura no necesitar nada no es de fiar, pero el deseo de tener mas y mas tampoco es del todo sano. Las cosas que tenemos nos tienen a nosotros en contrapartida. Cuando tenemos mucho en las manos, hay otras necesidades que no se pueden suplir debido a que tenemos las manos ocupadas, por lo que hay que tener cuidado en no sobrepasarse en el deseo de tener siempre mas cosas y no preocuparse en tratar a las personas como se debe, como humanos. La mayor complejidad de la vida es precisamente esa, las personas no son cosas.
Es necesario desengañarse: de una cosa solo pueden sacarse cosas. Es por esto que se hace necesario llegar a establecer verdaderas relaciones humanas, ya que de lo contrario no se consigue ni la amistad, ni respeto, ni mucho menos amor. De esta forma conseguiremos el respeto esencial de una persona, nosotros mismos.

Análisis:
De acuerdo al autor, sin importar lo que uno tenga las personas con las que nos relacionamos nos tratarán como nosotras tratemos a los demás, claro que hay excepciones donde no es así pero por lo menos tenemos la satisfacción con nosotros mismos.

El hecho de querer o tener tantas cosas nos deshumaniza, lo que para el enfoque de carrera no puede ser, ya que estaremos constantemente trabajando con personas, por lo que ser humano se hace imprescindible. Tratar a las personas como personas y no como cosas, ya que puede que las cosas nos ayuden en muchos aspectos de la vida, pero las personas nos ayudan en uno que es fundamental y que no se puede suplir con cosas, el afecto.

Alguien puede decir que todos somos humanos por el hecho de nacer de este modo, pero concordando con el autor, se puede ser humano-cosa o humano-humano. El primero se preocupa solo de las cosas materiales de la vida y el cómo conseguirlas, sin importar nada más. El segundo se preocupa de disfrutar la vida vivida entre personas, y es ese el tipo de personas, que a nuestro parecer, deja algún tipo de huella a su paso.

Cabe notar que todo lo antes mencionado se da a medida que vayamos comprendiendo que hay comportamiento que nos convienen y otros no al momento de relacionarse, que es lo que hace que la vida sea mejor para nosotros como seres humanos.

Capítulo VI: “Aparece Pepito Grillo”

La única obligación de esta vida es no ser imbéciles, pero en sentido figurado. Imbécil es aquel que necesita de un bastón para caminar, pero este imbécil no es cojo de los pies, sino es su espíritu el que falla. Hay varios tipos de imbéciles, todos tienen algo en común: no se esfuerzan en ejercer su libertad como tal, necesitan cosas externas, las que ocupan como bastón. Este tipo de personas suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida que antes se mencionaba.

Lo contrario a ser moralmente imbécil es ser consciente. Para esto es necesario tener algunas cualidades innatas, que se van puliendo con el pasar de los años. Las personas conscientes saben que no todo da igual, se fijan en los actos propios y por tanto son responsables de las consecuencias que estos traen. Cuando actuamos mal y somos conscientes de ello, ya estamos siendo castigados por nosotros mismos con el remordimiento. Aquel remordimiento que viene de nuestra libertad, ya que si no fuésemos libres no podríamos sentir culpa alguna de nuestros actos.

Análisis:
Muchas veces todos somos imbéciles, siguiendo la línea del texto, ya que no aprovechamos nuestra libertad como tal. Dejamos de hacer lo que queremos, lo que puede ser por flojera, capricho, miedo y lo que es peor aún, saber lo que se quiere pero engañarse a uno mismo y terminar haciendo lo que nos hace mal. De esta forma nos cuesta vivir la vida que Savater propone en el texto, esa que a todos nos gustaría vivir.

El ser conscientes es algo con lo que mucho crecemos, y que se va forjando durante el tiempo. Cuando actuamos de manera incorrecta, y somos conscientes de ello, viene el remordimiento. Este es el peor castigo que uno puede recibir ya que este viene desde uno mismo cuando empleamos mal nuestra libertad.

Pueden existir muchas excusas del porque del actuar mal, siempre es más fácil echar la culpa a algo más antes de reconocer el error que se cometió, como dice Savater: “nadie ha vivido nunca en tiempos completamente favorables, en los que resulte sencillo ser hombre y llevar una buena vida”. Es por esto que el vivir la buena vida es algo que se trabaja día a día, se toma desde cada uno viendo lo que es mejor para uno mismo. Esto tomando en cuenta que el actuar de mala forma nos afectará directamente y sin esperar que el ambiente que nos rodea sea del todo favorable, porque la realidad no es así y creo que nunca lo será. Todas estas acciones son las que nos forman poco a poco, toda decisión tomada será una huella que quedará primero plasmada en uno antes que en el resto.




Capítulo VII: “Ponte en su lugar”

Como en la historia de Robinson Crusoe, al momento de presenciarnos frente a otra persona es lo que humaniza nuestras vidas y es aquí lo que a la ética le interesa, lo que constituye su especialidad, es como vivir bien la vida humana, esa vida que transcurre en compañía de humanos. Es aquí donde existen los criterios para justificar que es lo aceptable y lo que no.

Cuando se entablan relaciones humanas, por muy semejantes que sean los hombres no está claro cuál será la mejor manera de comportarse frente a ellos. Lo importante es siempre tratar a las personas con igualdad, ya que la mayor ventaja que podemos obtener de nuestros semejantes no es la posesión de las cosas, sino la complicidad y afecto de mas seres libres. Es decir, la ampliación y refuerzo de mi propia humanidad.

¿En qué consiste tratar a las personas humanamente? Respuesta: consiste en que intentes ponerte en su lugar. El hecho de reconocer a alguien implica que se le pueda conocer desde dentro, de por un momento adoptar su punto de vista. Darse cuenta que estoy dentro de cada uno de mis semejantes sin importar sus características personales.

Análisis:
En nuestra vida cotidiana nos vemos constantemente envueltos en relaciones humanas, donde por un momento, muchas veces casi inconscientemente, nos ponemos en el lugar del otro solo por el hecho de ser personas. Es importante que para poder convivir en un ambiente grato con las personas que nos rodean, ya sea en la universidad o mas adelante en los campos clínicos, desarrollemos la capacidad para ocupar el lugar del otro a nivel mas consiente y de esta forma tomarles en serio, considerarle tan real como a uno mismo.

Saber que no tiene nada de malo tener nuestros propios intereses, sin tener que renunciar a ellos por otra persona, ya que, ambos intereses son igualmente validos. El  tener tus propios intereses no te aísla, ni te aparta, si no todo lo contrario, te pone en contacto con otras realidades. Es aquí donde el autor habla de la relativización de los intereses que dependen de factores del contexto en que nos encontremos.

Volviendo al tema de la empatía o el ponerse en el lugar del otro, el autor plantea que es el esfuerzo de objetividad por ver las cosas como la otra persona las ve. Esta idea resulta a nuestro parecer un poco compleja, casi ideal, ya que siempre al momento de ponerse en el lugar del otro, uno lo hace desde la perspectiva personal y basándose en experiencias antes vividas por lo que resulta más subjetivo que objetivo.


Capítulo VIII: “Tanto gusto”

Cuando en general la gente habla de inmoralidad, la gran mayoría se refiere a algo relacionado con el sexo. Muchos prejuicios existen en este tema pero lo que hace disfrutar a dos no hace daño a nadie. El que esta errado en su pensar es aquel que piensa que el disfrutar es malo, ya que sin la satisfacción del cuerpo no hay vida que valga. El hecho de plantear el sexo solo para procrear, es “animalizar” al hombre, ya que son los animales los únicos que ocupan el sexo solo para la procreación. Cuanto mas se separa al sexo de la simple procreación menos animal y mas humano resulta.

La razón por la que mas se trata el placer como un tema tabú y existen tantas restricciones sociales respecto al tema es ni más ni menos por el miedo al placer mismo. La verdad es que uno nunca se siente tan contento y de acuerdo con la vida como cuando la goza, pero si se deja todo lo demás de lado es cuando se entra en conflicto. La diferencia entre el uso y abuso de los placeres es que uno te ayuda a enriquecer tu vida, la que cada vez te va gustando más y el otro la empobrece ya que no te interesa la vida sin ese placer en particular.

Análisis:
El texto se aplica completamente a la sociedad actual en la que vivimos, llena de personas que intentan controlar los placeres del resto, tratando como inmorales o haciendo sentir culpable a la gente que los disfruta. Uno de los ejemplos mas comunes es con relación al sexo. Como Savater plantea, mientras mas se separe al sexo de solo la procreación más humano se vuelve, perdiendo así la connotación animal.

Si bien es cierto que los placeres enriquecen la vida, ya que mejoran las ganas de vivirla, el abuso de estos mismos puede empobrecerla hasta el punto de quitarnos las ganas de vivir. Hay ciertos placeres que hacen daño y van matando la humanidad que hay en ti, “un castigo disfrazado de placer” según Savater, siendo su límite negativo el comprometer nuestra felicidad, cuando esta se empieza a perder es señal de alerta de que estamos disfrutando con lo que nos hace mal.

Hay personas que siempre intentarán de suprimir los placeres de la vida por el solo hecho de que a ellas les da miedo vivirlos y disfrutarlos. Piensan que los placeres son egoístas ya que mientras uno goza alguien sufre, es completamente acertada la respuesta del autor cuando dice: “solo alguien con muchas ganas de amargarse la vida y amargársela a los demás puede llegar a creer que siempre se goza contra a alguien”. Todo aquel que opina tan mal del resto, es porque en su mente tiene esa misma opinión de sí mismos.


Capítulo IX: “Elecciones generales”

Al hablar de política lo primero que se viene a la mente es que poco ética e inmoral, pero como se ha hablado anteriormente lo mas prudente es desconfiar de toda persona que ataque con su moralidad a la gente en general, ya que la ética no es un arma, si no que sirve para mejorar uno mismo. Los políticos por su parte son personajes públicos, por lo que sus defectos igual lo son, se les da de mejor manera la oportunidad de cometer abusos contra el resto de los ciudadanos. También suelen hacer mas promesas de las que saben o quieren cumplir, por nombrar algunos motivos.

Cualquier persona que tenga la preocupación ética de vivir bien no puede desentenderse de la política. Una política es buena cuando el sistema político respeta las libertades de las personas, fomentar la justicia y la asistencia comunitaria para las personas que lo necesiten, todo esto sin discrminacion alguna, solo por el hecho de ser personas.

Análisis:
Savater en este capítulo expone el cómo se relaciona y diferencia la política con la ética, ya que según el autor en la mayoría de las personas existe un gran rechazo hacia la política, debido a que muchas veces se realizan promesas que difícilmente se llevan a cabo o simplemente no se realizan, reduciendo así la confianza depositada en los políticos. Al realizar una breve relación entre la política y la ética, lo común es que ambos buscan el bien vivir, ya que la política lo que intenta es que la convivencia en la sociedad sea más organizada, a lo que ayuda la ética, ya que busca que el individuo en si ayude a que esta sociedad tenga un buen vivir, tomando buenas decisiones convenientes para el y para un mejor vivir. Una fuerte diferencia entre ambas, es como se logra este objetivo de vivir bien, si bien la ética se centra en las razones personales y convenientes de cada individuo, la política se centra en realizar acciones, que en los resultados se vea reflejado el vivir mejor socialmente










Conclusión
Lo que Savater intenta de trasmitir con el texto es que la ética no es indiferente a ninguna persona, ya que todos deseamos lo mismo: el vivir una buena vida dentro de mi libertad, sin dañar al resto de las personas que conforman mi entorno. Tratar a las personas lo más humanamente posible, y no como cosas, ya que las cosas pueden darnos muchas satisfacciones, pero las personas nos dan una que no se puede suplir con las cosas como lo es el afecto, el cariño y las relaciones personales. Bajo este principio, seré tratado de la misma forma que yo trate a los demás, aunque hayan excepciones donde el trato que se recibe sea todo lo contrario, pero siempre habrá una persona que estará conforme: yo mismo. Es necesario luchar todos los días para no ser un imbécil, bajo la mirada del texto, y buscar aprovechar al máximo nuestra libertad que tenemos desde el momento que nacemos.

Lo que humaniza una relación es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de verse, aunque sea por un momento, reflejado en la otra persona. No es necesario para esto dejar de lados mis intereses, ya que tanto los de esa persona como los míos son validos de igual forma.

La ética no está diseñada para ocupar como arma, así como hay muchas personas que les gusta hacerlo con tal de amargase ellos y amargar al resto, donde ven maldad e inmoralidad donde no la hay. Respecto a ese tema el autor deja bastante claro, con ejemplos concretos, que los equivocados son ellos y que paradójicamente no están siendo éticamente correctos.




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